Mapaglifos, o de las formas que habitan en los mapas.
Mapaglifos es una serie de obras en las que imprimo sentido y poesía a los mapas que marcan mi existencia. Un glifo es un signo escrito, pintado o grabado ya sea en la piedra (petroglifo), en la tierra (geoglifo) o en los mapas (Mapaglifos). Los signos que sobresalen en mis mapas son los animales, en su mayoría mansos, que descubro al trazar líneas entre las calles de París, Tel Aviv, Washington, etc.
Como los dibujos del desierto de Nazca que componen cientos de figuras sólo apreciables en su inmensidad desde el aire, así los Mapaglifos representan también una mirada en que sólo desde la altura reconozco y avizoro un nuevo planteamiento urbanístico. Mapaglifos es también hablar de planeación, de una planeación urbana ya establecida; el mapa tiene algo racional, científico, demasiado estricto, aparentemente no cambia, y mi intervención es la que realmente le da otro sentido. Los Mapaglifos que descubro en la cartografía mundial son una especie de bestiario urbano: diversos animales realzan un espacio dentro de una gran urbe y así esa pequeña parte de ciudad convertida en alce, caballo, elefante, cerdo o caballito de mar por la influencia del azar, alcanza ser utopía.
Utopía urbanística pretender vivir en las cresta del gallo, en los cuernos del toro o en el cerebro del elefante; utopía urbanística concebir que las calles del ciudadano común puedan reconocerse en una obra de arte; utopía urbanística saber que a partir de las líneas que trazo aparentemente al azar emergen animales que, desapercibidos por la mayoría, transitan los continentes.
Así como Leonardo Da Vinci descubría batallas en las manchas de los muros, y los niños elefantes montando bicicleta en las nubes, los mapas se me revelan cubiertos de espacios zoomorfos que también marcan mis propios viajes y recorridos. Al delimitar los amplios espacios citadinos en finos y seguros contornos, restrinjo el espacio vital a islas urbanas y me acerco así a mi propio lugar de nacimiento, en el que límites espaciales y políticos distinguen mi insularidad.
Ibrahim Miranda, 2011
Por: Galeria Gravura Brasileira